domingo, 26 de enero de 2014

Aprendizaje Autorregulado (Parte I)

Desde hace un tiempo hasta nuestros días, cada vez se le da más importancia a que el alumno tenga más control sobre su proceso de aprendizaje. Esto no significa dejarle a su merced y que se organice como pueda, poniendo al profesor como un mero expectador.
Cuando hablamos de decirle al niño que regule su propio aprendizaje, le estamos dando la oportunidad de que se involucre en su proceso de aprender, que tenga una actitud activa, de que organice la adquisición de nuevos conocimientos a su ritmo y a su tiempo. Claramente, el profesor no sólo enseña, sino que pasa hacer un guía, un modelo. 
Es importante destacar que el aprendizaje autorregulado no es dejar que los niños corran por libre y cada uno hace lo que le de la gana (sería un desastre). Mas bien es un trabajo colaborativo donde el alumno y el profesor trabajan juntos para llegar a un mismo objetivo. Ya no es sólo el profesor que exige unas medidas sino el niño que opina y se le toma en cuenta su opinión.
Entre alguno de los objetivos que deberíamos ver en las aulas cuando hablamos de aprendizaje regulado por el propio alumno, podemos encotrar: 
- Que el alumno regule su tiempo y técnica de estudio
- Que el niño critique con un buen argumento cuando está inconforme con algo. 
En definitiva, que logre encontrar el gusto y el afán por aprender más allá de lo que enseñan los libros.

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